¡Quédate despierto!





"¡Mantente despierto!"
dice Jesús en la lectura del Evangelio de hoy. Despierto y alerta: esta debe ser nuestra forma de operar de cada día, nuestro estilo de vida, si queremos ser el pueblo bueno y fiel del Señor.
Zzzzzzzzzzzz... ... ... muchos cristianos están caminando dormidos. ¿Cómo sucede eso?
 Estar despiertos y alertas, requiere que prestemos atención a cómo se ajustan nuestros comportamientos con lo que decimos creer. Por ejemplo, en cada Misa del domingo, decimos que creemos en: "UNA... iglesia", pero no lo creemos realmente, si causamos división al relacionarnos con los demás en el Cuerpo de Cristo. ¿Estamos creando territorios parroquiales ("mi ministerio es mi territorio, así que, quédate con tu propio trabajo y no me des sugerencias")? ¿Colaboran los sacerdotes con los laicos, o tratan de controlarlos? Las Organizaciones Parroquiales ¿se ven entre sí como competidoras o como compañeras?
 San Pablo ora, en la primera lectura de hoy: "Que el Señor los ayude a rebosar de amor unos por otros, y por todos." Esto es lo que nos mantiene despiertos. En el momento en que reemplazamos el amor con cualquier otra cosa (apatía, control, falta de respeto, prejuicio, abuso verbal o de cualquier clase, falta de perdón, santurronería, etc.) nos atontamos. Las ondas alfa invaden nuestro cerebro espiritual. Soñamos con que nuestras maneras son las maneras correctas y, como en un sueño nocturno, creemos que es real -- hasta que nos despertamos.
 ¿Qué sucede cuando suena la alarma del reloj, mientras estamos soñando? Nos sobresaltamos y no nos sentimos felices. Golpeamos el botón de "apagar" y tratamos de volver a dormir.
 ¿Qué sucede cuando estamos dormidos en la oscuridad de la noche y alguien enciende la luz y dice: "¡Despierta!" Gruñimos y murmuramos: "¡Apaga esa luz!" En ese momento, esta persona, es nuestra persona menos favorita en el mundo entero.
 Si tú eres la persona que prende la luz para personas que no quieren despertar, eres a quien regañan y refunfuñan. Sigue amándolos pacientemente. Deja la luz encendida y, tranquila y fielmente, continúa invitándolos a despertarse. Muéstrales con tu propio gozo, cómo disfrutar de la realidad a la luz del día. Pero no los golpees en la cabeza con un reloj despertador, porque ellos te golpearán a ti y te dejarán mareado y somnoliento.
 A medida que se disipe su confusión, se darán cuenta que les estás mostrando la verdad y la seguirán, o se enrollarán y se enterrarán en las sábanas otra vez. Recuerda, tú no eres responsable de su somnolencia; tú sólo eres responsable de revelarles la luz.
 Mientras tanto, haz lo que sea necesario para mantenerte tú despierto y alerta; un siervo fiel y enfocado en el Señor. ¡Que nuestro Señor Jesús fortalezca tu corazón, haciéndote irreprochable y santo ante nuestro Dios y Padre!
 Oración para hoy
Padre amado: te pido que Tu amor produzca en mí, fidelidad y que mi fidelidad a Ti, sea derramada en verdadero amor hacia los demás. Amén.
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/.
 
© 2015 por Terry A. Módica
 
Reflexiones de las Buenas Nuevas           
Jueves de la 20ma. Semana del Tiempo Ordinario
En memoria de San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia
Agosto 27, 2015
Lecturas del día:
1 Tesalonicenses 3, 7-13
Sal 89, 3-5a.12-14.17
Mateo 24, 42-51
                                   
Santa Mónica
 
Madre de San Agustín
(Año 332- 387)

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